«El tiempo es amigo de los buenos negocios y enemigo de los mediocres»
Warren Buffett
Todos comienzan como emprendedores entusiastas, pero pocos se consolidan hasta ser empresarios de éxito.
¿Qué marca la diferencia en este camino? ¿Por qué algunos abandonan el barco en medio del mar y otros llegan a puerto seguro?
El orden, la visión de negocios, la relevancia de tu idea y la capacidad estratégica son los factores que determinarán de qué lado estarás.
¿Emprendedor y empresario exitoso?
Emprendedor
En 2015, Matías Leiva se vio en bancarrota.
Solo tenía 6 mil pesos chilenos en el bolsillo, alrededor de 10 euros.
Sus cuentas bancarias estaban vacías. ¿Ahorros? Ni un poco.
Este chileno, que había hecho de todo un poco durante su vida, decidió que era momento de cambiar.
Y miró hacia el emprendimiento.
Con esos 6 mil pesos, compró ingredientes para preparar 12 bocadillos o sándwiches, que luego vendió en el centro de la capital chilena Santiago.
Así comenzó La Insolencia, la marca que daba nombre a un emprendimiento irreverente.
La idea era sencilla: preparar muchos bocadillos y venderlos en las calles, a caminantes con apuro, trabajadores, estudiantes que tomaban el transporte público…a cualquiera.
Pronto, varios amigos de Leiva empezaron a trabajar para él, como vendedores ambulantes.
La Insolencia se esparcía a todos los rincones de Santiago.
Así, llegó a vender hasta 2 mil unidades diarias, movilizando mensualmente unos 50 millones de pesos chilenos, casi 60 mil euros.
Crónica de una muerte anunciada
Todo iba muy bien, ¿O no?
El emprendimiento creció rápido, pero sin orden, sin visión de negocio.
Más que irreverente, era libertinaje, descontrol.
Leiva nunca tramitó permisos sanitarios. No abrió locales físicos ni tenía cocinas correctamente equipadas para su mercado.
Sus trabajadores no estaban dados de alta en la seguridad social ni tampoco existían contratos de por medio.
¡Era anarquía! Y eso lo llevó a ser otro emprendedor del montón, que desaparece con más pena que gloria.
En 2019, tras acumular un mar de multas y sanciones, La Insolencia tuvo que cerrar ahogada en deudas y problemas legales.
Empresario exitoso
78 años y un puñado de nietos. En 2012, María Teresa Saperas era la típica abuela retirada.
Tenía tiempo libre, sí, pero muy bien aprovechado.
Era reflexiva, observadora. Y eso le permitió tener una idea, que atendía un gran problema.
Los niños pueden utilizar hasta 6 mil pañales en sus primeros dos años de vida, generando gastos de hasta 1000 euros para los padres, así como gran contaminación.
Entonces, pensó, ¿por qué no crear pañales reutilizables?
Y, con sus propias manos, empezó a tejer pañales de este tipo. Sus hijos y nietos fueron los primeros «clientes», quienes le dieron el visto bueno a la creación.
Pronto la idea se expandió. Amigos, conocidos y vecinos acudían a María para que les hiciera pañales reutilizables.
¡Pero la abuela no se quedó allí! Vio que su propuesta tenía potencial, así que decidió patentarla y crear una pequeña fábrica.
Decidió dejar de tener un emprendimiento para construir un negocio escalable y organizado.
Hoy, su proyecto llega a farmacias y tiendas de toda España.
Incluso, tiene convenios con jardines infantiles, para que utilicen exclusivamente sus pañales.
Está protegiendo al mundo de la contaminación, y ayudando a los padres a ahorrar unos cuantos euros cada mes.
María Teresa Saperas, de 90 años en la actualidad, es una empresaria con todas las letras.
Y tú, ¿vas camino a ser un emprendedor más o un empresario exitoso?
En Impulso, nuestro deseo es formar empresarios y empresarias con visión estratégica y corporativa, capaces de convertir sus ideas en negocios organizados, con potencial de crecimiento.